Harry Potter y el prisionero de azkaban
Tras un altercado en la casa de sus tíos los Dursley, Harry huye sabiendo que podría ser expulsado de Hogwarts por haber usado magia fuera del colegio. A bordo del Autobús Noctámbulo llega a la taberna El Caldero Chorreante en Londres, donde se entera de que un peligroso homicida llamado Sirius Black se fugó de la cárcel de Azkaban misteriosamente. Sin embargo, Harry deduce que Black lo está buscando por algún motivo y en efecto, como le advierte Arthur Weasley, Black está detrás de él porque había sido uno de los seguidores más fervientes de Lord Voldemort y desea matar a Harry en venganza por la desaparición de su amo.
Tras reencontrarse en la taberna con Hermione y Ron, los tres adolescentes parten rumbo al colegio Hogwarts en el tren escolar. En el trayecto, el vehículo se detiene por un aparente desperfecto mecánico y es abordado por unas criaturas de inmenso tamaño, ante cuya presencia Harry se desmaya. Remus Lupin –el nuevo docente del internado– salva a los chicos y les explica que dichas criaturas sondementores, los carceleros de Azkaban. El director Albus Dumbledore anuncia en su discurso de bienvenida que por orden del Ministerio de Magia los dementores custodiarían los accesos al campus y advierte a los alumnos que no se les acerquen.
Comentarios
Publicar un comentario